La Dirección General de la Marina Mercante archivó la denuncia presentada por Antonio Poleo Mora, profesor de la Universidad de La Laguna (ULL), por presuntas irregularidades en la salida del velero Escuela Náutica de Tenerife realizada el 12 de febrero. El archivo se produce porque la aplicación móvil utilizada por el denunciante no estaba actualizada y, por tanto, la información cartográfica empleada no era la correcta.

En su denuncia, Antonio Poleo, capitán de la Marina Mercante y coordinador de las asignaturas de Maniobra y Estiba y Ampliación de Navegación Costera del grado de Náutica y Transporte Marítimo, se refiere a una clase práctica de la asignatura Seguridad Marítima, Contraincendios y Supervivencia en la Mar en la que entendía que se produjo una posible navegación insegura, ahora descartada. Para justificarlo, argumentó que no se tuvo en cuenta las marcas especiales “que indica un objeto sumergido peligroso (un bloque de cemento)” y que el velero entró en la Dársena de pesca por una zona de baja profundidad. Ambos aspectos, tampoco se ajustan a la realidad.

La información técnica que aporta el Centro de Control de Salvamento Marítimo de Tenerife (CCS) sobre la trayectoria completa que siguió el velero Escuela Náutica de Tenerife durante esa práctica con alumnos de la ULL descarta la existencia de peligro, toda vez que la ruta no coincide con la señalada en la denuncia.

La Dirección de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería, Sección de Náutica, Máquinas y Radioelectrónica Naval (denominación correcta de la Escuela Náutica), destaca que, contrariamente a lo expuesto en la denuncia, el informe de Capitanía Marítima determina “que no se ha contravenido ninguna norma relativa a la seguridad en la navegación marítima”, por lo que la práctica “se realizó sin cometer ninguna infracción” y, en consecuencia, “no se puso en riesgo a los alumnos”. Es decir, la navegación se produjo “por una zona considerada aguas navegables”.

Teniendo en cuenta que el referido informe emitido por la Capitanía Marítima determina que el denunciante utilizó “una aplicación móvil que está obsoleta”, a juicio de la Dirección de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería esto “indica que o el denunciante es ignorante, respecto a las actualizaciones que publica el Instituto Hidrográfico de la Marina (aviso a navegantes 51/405) o, de una manera malintencionada, elude la actualización con objeto de difamar a los profesionales presentes en las prácticas”.

Defiende la Dirección el buen estado del velero y argumenta el confinamiento con motivo de la pandemia para explicar el retraso en su disponibilidad, “aunque desde principios de febrero se ha incorporado a la docencia, como así atestigua la práctica del pasado 12 de febrero”, que da pie a esta situación. Asimismo, valora el “esfuerzo inversor” de la ULL para actualizar de forma gradual los simuladores y adaptarlos a la docencia online. Asimismo, sostiene que “tanto el velero como los simuladores son herramientas que, de utilizarlas un número de horas adecuadas y con profesionales entendidos en la materia, serían básicas para la formación académica y profesional como futuros oficiales de la Marina Mercante. Es por ello por lo que se encuentran a disposición de la docencia práctica de la Escuela”.

Sobre el retraso en la entrega de certificados de especialidad tras haber superado la correspondiente asignatura, hecho que se argumenta entre el alumnado, la Dirección de la Escuela afirma que “en estos momentos, la inmensa mayoría de los alumnos tienen a su disposición los certificados profesionales que le corresponden”, y destaca que el sistema informático del que se dota la ULL “es capaz de relacionar las administraciones de la Universidad con la Marina Mercante para que la emisión de estos certificados se realice de forma automática”.