LA CARA OCULTA DEL “COSTA CONCORDIA”

20-02-2012

Probablemente tendrán que pasar muchos años para conocer con cierta aproximación lo ocurrido a bordo del “Costa Concordia” la fatídica noche del 13 de enero de 2012. La información que se ha divulgado hasta ahora es parcial, interesada y en algunos casos indigna de personas, en principio, honorables. Las simplificaciones ayudan a comprender los casos complejos, como lo es este, pero en modo alguno son concluyentes.Aún se están recopilando datos esenciales sobre el accidente. Es muy pronto aún para formular sentencias categóricas, como se está haciendo. Si se quiere hacer partícipe a la opinión pública del alcance de tal suceso, lo más ecuánime será poner al alcance del ciudadano los hechos y factores ligados al accidente y sus consecuencias. Habrá que individualizar los campos y elementos más sensibles y analizarlos con la mayor objetividad posible, ponderando las normas aplicables. Por ejemplo, habrá que reconocer que la llamada “ruta turística”, que consiste en aproximarse a las “piedras” para disfrute del turista y admiración de los pueblos costeros, es una práctica de riesgo que favorece los interés de las navieras, que goza de la tolerancia de la Armada italiana, responsable de la navegación civil. Los capitanes no tienen ningún interés en realizar una navegación de alto riesgo. Por otra parte, habrá que dejar claro que el barco es una pieza esencial en todo este puzzle. Según un prestigioso medio inglés el Concordia presenta graves deficiencias estructurales, razón por la que escoró y se hundió rápidamente. La dimensión del desgarro sufrido en su costado no justifica su rápida escora y hundimiento). La Armada italiana y la ingeniería naval deberían explicar sus evidentes responsabilidades en el diseño, inspecciones y expedición de certificados del Concordia. En principio, la trayectoria seguida por el Costa Concordia hacia la isla de Giglio, es imprudente, sin embargo hay varias preguntas en el aire, ¿Estaba debidamente representado en las cartas náuticas el peligroso escollo con el que impacta la nave?. El comandante del barco ha dicho que no, y nadie hasta ahora ha demostrado lo contrario. La Armada como responsable de la cartografía debería aclararlo cuanto antes. Por otra parte, si los bajos de “Le Scole” representan un evidente peligro para la navegación, ¿Por qué no están convenientemente balizados?. El capitán es el máximo responsable de trazar y seguir una ruta segura y, en teoría, no debe ceder ante las presumibles presiones de la naviera. Pero la capitanía de Livorno, a la que pertenece De Falco, tenía la responsabilidad de evitar las 52 “pasadas” que el “Costa Concordia” le dio recientemente a isla de Giglio. De haberlo hecho, podría haber evitado la tragedia, pero no lo hizo, ¿Por qué?. ¿Por qué no funcionan los radares previstos en la isla de Monte Argentario, situada a unas 7 millas de Giglio ? El contrato para instalar ese equipamiento de control de tráfico marítimo en el entorno de Giglio fue comprometido

 

                                                                                       

                                                                ALMIRANTE BRUSCO

 

oficialmente en 2005 con la firma Sistemas Integrados Selex, una empresa de Finmeccanica, y debería haber concluido en 2009. Pero esto no sucedió ¿Dónde fueron a parar las grandes sumas dispuestas para establecer ese control eficaz sobre el tráfico marítimo? Sobre el abandono del barco se están emitiendo juicios llenos de banalidad. Haciendo comparaciones disparatadas, sin valorar quizás que la tragedia del Concordia no se produjo en alta mar, sino en la bocana del puerto de Giglio, de forma pública y notoria. Un barco de 290 m de largo y 50 de alto, que se hunde frente a la Capitanía de puerto de Giglio, nada tiene que ver con el Titanic. Es posible que se olvide que el comandante del Concordia contactó, como era su deber, con la persona designada en la naviera, de acuerdo con el código IGS. ¿Comunicó la naviera lo sucedido a Roma o a la Capitanía de Livorno?, ¿Se le dieron instrucciones concretas al comandante del barco sobre la declaración de abandono? Ésta implica altos costes de indemnización al pasaje, ¿Se recomendó al comandante demorar la orden de abandono por tal motivo? Italia como parte contratante de UNCLOS y de SOLAS está obligada a mantener un servicio eficaz de Búsqueda y Rescate en sus aguas. La Armada italiana es la responsable de poner en práctica tal servicio de salvamento marítimo. Unas 4000 personas fueron evacuadas en los primeros 40 minutos, con los medios del barco y con la ayuda de la tripulación. A partir de ese momento y dadas las circunstancias: barco totalmente tumbado e inundado, etc. era imprescindible la intervención de helicópteros, equipos de buceo y medios muy especializados, pero éstos se demoraron. ¿Por qué? Es rotundamente falso que el comandante y los oficiales fuesen de los primeros en desembarcar. Miles de personas lo hicieron antes que ellos. Flaco servicio se prestará a los potenciales “cruceristas” y su entorno, si lo que se pretende es camuflar y diluir tras la imagen ultrajada del comandante Schettino, las diversas y graves responsabilidades que pueden concurrir en este lamentable suceso. Si el Concordia hubiese sufrido la misma vía de agua en alta mar, posiblemente estaríamos lamentando miles de muertes. Después de 100 años aún se mantiene vivo el debate sobre el Titanic. ¿Por qué juzgar y condenar sin pruebas contrastadas?

José Antonio Madiedo Acosta
Capitán de la Marina Civil
Ex Director General de la Marina Mercante