El capitán vasco que salvo a miles de judios

 

 

 

EL CORREO

 

El comunista vizcaíno que salvó a miles de judíos y ayudó a crear la marina mercante israelí

El capitán Esteban Hernandorena, conocido en Israel como 'Captain Steve', se convirtió en un héroe de Israel al ayudar a trasladar miles de supervivientes del Holocausto

Óscar B. de Otálora

Lunes, 27 de noviembre 2023, 01:07

 
«No tenía otro hogar y decidí quedarme en Israel». Estas son las palabras del capitán Esteban Hernandorena Zubiaga, el comunista vasco que tras haber sido un héroe en la Guerra Civil española se vio condenado al exilio, terminó ayudando a organizar la marina mercante israelí y viviendo en un kibbutz. Participó en el rescate de miles de supervivientes del Holocausto, se enfrentó al Ejército británico y hoy en día tiene una calle con su nombre en el puerto de Haifa.

La vida de Hernandorena está marcada por las guerras y el compromiso político. Según una pequeña biografía que escribió él mismo para el Palyam, el embrión de la armada israelí, nació en 1905 en Muskiz. En sus primeros años vendía leche por las casas de su pueblo hasta que un amigo le confesó que soñaba con convertirse en marino. Aquellas conversaciones con su compañero de juegos hicieron que se enamorase del mar. Ambos se inscribieron en la escuela náutica y con 22 años ya era capitán.

 
 
 

Hernandorena se enroló en un barco mercante pero las desavenencias con la empresa le llevaron a abandonar los cargueros y pasar a patronear un barco de pesca. Para entonces ya militaba en el Partido Comunista de Euskadi. Al estallar la Guerra Civil, Hernandorena se puso a disposición del Gobierno vasco y de la República. Aunque hay diversas versiones sobre cuál fue su cometido durante la contienda, él narró que formó parte de la tripulación de los submarinos republicanos. Cuando la guerra estaba próxima a su fin, el capitán fue encargado de trasladar en un barco hasta Estados Unidos a los voluntarios norteamericanos que habían luchado en las Brigadas Internacionales contra los sublevados.

Exilio en México

Se estableció entonces en México junto con su mujer, la vecina de Oñate Pilar Arrázola, y sus dos hijos. Pero allí fracasó en todos los negocios que emprendió. Según ha relatado una de sus hijas, abrieron una pastelería para sobrevivir pero el carácter de Hernandorena, que se sentía como un león enjaulado fuera del mar, espantaba a los clientes. Para mantener a su familia se enroló en diversos mercantes que navegaban en el Pacífico, el mar en el que navegó durante la Segunda Guerra Mundial.

 

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En 1946 se encontraba de nuevo sin barco cuando un amigo judío le ofreció llevar un navío desde Panamá a Europa. Para Hernandorena, esta oferta significaba volver al mar pero también regresar a Europa, donde, según sus propias palabras «esperaba seguir luchando contra el franquismo». El vizcaíno reunió una tripulación de 24 españoles con los que realizó un primer viaje en un carguero hasta Marsella. En esa singladura, algunos viejos contactos de la República le ayudaron a conseguir documentos para sus hombres. Entonces el 'Pan York' se cruzó en su camino.

Israel todavía no existía y Europa estaba conmocionada por el descubrimiento del exterminio judío que habían llevado a cabo los nazis. Miles de supervivientes de los campos de concentración vagaban por los países arrasados por la guerra, sin que ninguna autoridad quisiera hacerse cargo de ellos. Tan solo las organizaciones secretas judías estaban intentando salvar a esas personas, conduciéndolas a Palestina, una colonia de Inglaterra. Sin embargo, el Gobierno británico no era partidario de permitir la entrada de los judíos, para no desestabilizar su territorio y comenzó a perseguir a los supervivientes de las cámaras de gas que pretendían ingresar en Palestina.

Torpedo nazi

En esos años se produjeron viajes como los del 'Exodus', el barco con cas 5.000 supervivientes del holocausto al que los británicos persiguieron con saña y cuya historia sería llevada al cine con Paul Newman de protagonista. Hernandorena fue uno de los marinos a los que los judíos propusieron llevar a cabo una de esas misiones. Y le ofrecieron formar parte de una misión secreta del Mossad para trasladar a judíos desde Rumanía a lo que es hoy es Israel.

Hernandorena y sus hombres de confianza subieron al 'Pan York' en Marsella. Se trataba de un 'liberty ship', los cargueros construidos en masa por Estados Unidos para fletar los convoys que unían Estados Unidos con Europa durante la Segunda Guerra Mundial. El buque había sobrevivido a un torpedo nazi en el Atlántico y tenía un barco gemelo, el 'Pan Crescent'. Ambos habían sido comprados en secreto por la comunidad judía para trasladar a los supervivientes del Holocausto.

 
 

Los ingleses comenzaron a perseguirles desde el primer momento. Mientras preparaban el 'Pan York' para acoger a cientos de pasajeros en sus bodegas les llegó una información secreta. Los británicos habían pedido a Francia que no dejase zarpar a su barco. Él ordenó partir de inmediato. El capitán vasco sabía que Inglaterra no tenía límites a la hora de impedir que los buques zarpasen porque el 'Pan Crescent' había estado a punto de ser hundido en Venecia por una bomba colocada en su casco por comandos británicos dirigidos por el servicio secreto, el MI6. Para prevenir abordajes, Hernandorena hizo colocar alambradas en las bordas de su buque.

Dos imágenes del 'Pan York', junto con un retrato del capitán Hernandorena.

Para entonces, Hernandorena había cedido la capitanía del buque al judío Gab Hild, con lo que quedó como primer oficial a bordo. Y también permitió que la radio quedase en manos de Geda Shochat, el descendiente de uno de los fundadores de la Haganah, el primer ejército secreto judío. «No he conocido a nadie igual en mi vida, y he tratado con mucha gente. Trabajaba como un demonio y tenía el corazón de un niño. Su capacidad de organización era tremenda. Era alguien de una naturaleza extraordinaria, un idealista», escribiría más tarde Hernandorena de aquel hombre, que sería uno de los creadores del Ejército del Aire de Israel.

Perseguido por los barcos de guerra ingleses, el 'Pan York' llegó al puerto de Burgas, en Bulgaria, donde miles de supervivientes de los campos de exterminio esperaban en la orilla. Hernandorena quedó conmocionado al «ver a aquella pobre gente con sus miserables posesiones en el frío del mes de diciembre». El 'Pan York' había sido acondicionado al límite para acoger a 7.500 personas pero al final embarcaron 8.200. Cuando comenzaron el viaje hacia Palestina, los navíos británicos les rodearon. Hernandorena intentó engañarles diciendo que su destino era Colombia pero los ingleses no se lo creyeron. Bajo la amenaza de las armas, el barco fue internado en el puerto de Famagusta, en la isla de Chipre.

Bandera republicana

Los británicos iniciaron una estrategia de acoso en la isla, impidiendo que el 'Pan York' y el 'Pan Crescent' recibieron suministros y encerrando a los judíos en campos de internamiento. En el segundo de los barcos, la tripulación italiana decidió abandonar el buque. Hernandorena consiguió que sus marineros aguantasen e incluso pudo almacenar combustible de contrabando, convencido de que en algún momento conseguirían zarpar. Allí, los refugiados comenzaron a llamarle 'capitán Steve'.

El 14 de mayo de 1948 nació el Estado de Israel y los británicos dejaron partir al 'Pan York' con miles de refugiados a bordo. Hernandorena, cumplida su misión, se quedó en Israel y se integró en el Zim, la marina mercante israelí. Instaló a su familia en el kibbutz de Hulda, cerca de Jerusalem. Su hija María Pilar contaría años más tarde que en todas las festividades, el capitán colocaba en una ventana la bandera de la República española, que los colonos judíos confundían con la de Rumanía. Hernandorena abandonó toda militancia política y se refugió en el mar. Murió en 1965 y fue enterrado en su país de adopción.