Las aguas bajan revueltas en el Puerto de Valencia, debido al incipiente conflicto que se está desatando entre los intereses de Baleària y los de la poderosísima multinacional italosuiza MSC. La naviera española, asociada con Global Ports Holding (GPH), resultó adjudicataria del concurso para construir y operar la nueva terminal de ferris y cruceros del recinto portuario; sin embargo, MSC se ha interpuesto en su camino, debido a que exige un espacio anexo para sus propios cruceros. 

Según informa elDiario.es, la disputa radica en que Baleària ve incompatible el flujo de ferris y cruceros en unas

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