La pesca sostenible implica dejar suficientes peces en el mar, evitando la sobrepesca, para que su población se pueda reproducir de forma adecuada, manteniéndose saludable y productiva. Para ello, además debe garantizar el menor impacto ambiental en los ecosistemas y especies de la zona. En 2020, el informe SOFIA[1] de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación

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