Juan Butista Muñoz
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- Category: Historia de la Marina Civil
- Published on Friday, 01 March 2024 05:09
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La colección Muñoz: Juan Bautista Muñoz (1745-1799) es una personalidad capital en el americanismo del s. XVIII en cuanto a las fuentes documentales se refiere. Gracias a su intervención debe mucho la génesis del Archivo General de Indias, en Sevilla. Nacido en un pueblo valenciano (Museros), enseñó en la Universidad de Valencia Filosofía y Lógica, siendo nombrado cosmógrafo mayor de Indias en 1770. La polémica levantada por obras como la de Raynal sobre las Indias, ese mismo año, y luego por la historia de América redactada por William Robertson52, de 1777, hizo que recibiera el encargo real de escribir una Historia del Nuevo Mundo, que vería finalmente la luz en 1793 en su tomo primero, que abarca de 1492 a 1500, aunque la idea era llegar a Felipe II, y que fue el único publicado53. En 1779 ya trabaja con este propósito, a iniciativa del propio Carlos III, en las dependencias madrileñas del Consejo de Indias y de la Secretaría del Despacho Universal de Indias, aunque aquí estaba Ignacio de Hermosilla, con el que no parece que tuviera buena relación. También por estas dificultades iniciales insistió en lo necesario de su labor ante la instancia real y consiguió mediante real cédula del 27 de
52 Vid. L'Histoire philosophique et politique des établissements et du commerce des Européens dans les deux Indes (Amsterdam, 4 vols., 1770), de Raynal ; la obra de Robertson, The history of America, se imprimió en tres vols. en varias ciudades a la vez ese 1777, París, Londres, Maastricht, Florencia, de ahí su impacto.
53 Vid. Historia del Nuevo Mundo. Madrid, viuda de Ibarra, 1793, en VII/279. La concesión del privilegio real para publicarla en AHN, Consejos, leg. 5560-exp. 1. Interesa Manuel Ballesteros Beretta, “D. Juan Bautista Muñoz: la Historia del Nuevo Mundo”, en Revista de Indias, nº 10 (1942), pp. 589-660, del mismo, “Carlos III y la Historia del Nuevo Mundo. Una obra encargada a Juan Bautista Muñoz”, en Reales Sitios, nº 25 (95)(1988), pp. 17-27. Asimismo, Antonio Muro Orejón, “Juan Bautista Muñoz: las fuentes bibliográficas de la Historia del Nuevo Mundo”, en Anuario de Estudios Americanos, nº 10 (1953), pp. 265-337.
mayo de 1781 que se le autorizara poder investigar en todo tipo de archivo o depósito público o privado. Días antes había empezado a trabajar en la fortaleza de Simancas, donde pasaría muchos meses en adelante, hasta el otoño de 1783, aunque viviendo en Valladolid. En esta ciudad visitaría las mejores bibliotecas, como la ya referida de la Casa del Sol, la que fue del conde de Gondomar54. La idea de la Historia que tenía Muñoz estaba bajo los presupuestos ilustrados, con un sentido nacional de reforma de la concepción histórica, concepción basada en el trato directo con las fuentes y no en la idea anterior de autoridad, de seguimiento de autores. Ello se ve en sus escritos teóricos al respecto, por ejemplo, en Las dificultades que se ofrecen para ilustrar la historia nacional55, un discurso fechado el seis de enero de 1792. Muñoz realizó un intenso trabajo de documentación en archivos oficiales y privados, copiando muchos documentos y formando una colección propia que alcanzó el número de ciento sesenta y seis manuscritos56. Hoy se guarda su colección, en gran parte, en la RAH, tras ser integrada en ella por la Corona, depositaria de todos los fondos al morir, pero conservó casi una treintena de manuscritos que comentamos a continuación. En marzo de 1816 se entregaron la mayor parte de los papeles de Muñoz a la Academia, según consta en el recibo de entrega, concretamente fueron ciento siete manuscritos57. Este acto sin duda tuvo que ver con el hecho de que la RAH fuera Cronista Mayor de Indias desde 175558. En 1954 se publicó un catálogo en tres volúmenes del fondo depositado en la Academia, aunque se hace referencia al fondo palatino, recogiéndose asimismo las piezas de la RB en las descripciones59. Al entrar todo en la Librería de Cámara, en 1799, tras Real Orden de 12 de agosto de ese año, se hizo un Índice, que realizaron Joaquín Traggia y Manuel Abella al mes y medio de fallecer60.
54 Hizo Muñoz un índice de los manuscritos que tenía entonces, véase Catálogo de la Colección..., vol. I, p. 487, en RAH, 9/4855, ff. 28-38. 55 Cfr. RAH, 11/8235, autógrafo.
56 Listados de los manuscritos que dejó Muñoz se hallan en RAH, ms. 11/8139, nº 4 a nº 7. 57 Cfr. ARB1/CARP/1.- Doc. 9. 58 Interesa de Remedios Contreras de Miguel, “Las colecciones documentales sobre América de la Real Academia de la Historia y su contribución al V Centenario”, en el Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo 186, cuad. 1º (1989), pp. 79-96.
59 Al frente del vol. I va una biografía que publicó Antonio Ballesteros Beretta en la Revista de Indias en los años 1941-1942 y que se reproduce, son XLVIII páginas en las que se explica con detalle el contexto de la actividad recopiladora de Muñoz por las polémicas obras de Raynal y Robertson.
60 Cfr. II/1668 (1), Índice de la Colección de Manuscritos pertenecientes a la Historia de Yndias que escribía Dn. Juan Baptista Muñoz y por su muerte se han hallado en su Librería: formado de Real Orden, con intervención de los Sres. Dn. José Navarro del Consejo de S.M., Alcalde de su Real Casa y Corte, y Dn. Cenón Alonso, Oficial mayor de la Secretaría de Gracia y Justicia de Yndias.
Durante su labor de recopilación contó con la ayuda de José de Gálvez61, en la Secretaría de Indias, y le hizo ver la necesidad de instaurar un gran archivo específico de Indias, teniendo eco62. Ya a inicios de los ochenta tenía bastante material para su Historia, como revela el contenido de una Idea de la obra Historia General de la América, fechada en 28 de noviembre de 1783 y que se conserva en copia en la colección Ayala63. Hubo parte de los papeles que tenía Muñoz, los más personales, que fueron adquiridos por la Universidad de Valencia y que se perdieron en el incendio tras el bombardeo de siete de enero de 1812 del mariscal Suchet64, junto a otras bibliotecas como la de Pérez Bayer. En la RB permanecen casi una treintena de manuscritos que no pasaron, como decimos, a la Academia por razones que se desconocen, algunos de ellos tal vez por su enorme relieve, como veremos, y otros por ser testimonio del quehacer de Muñoz pues, al ser cosmógrafo real, se quiso guardar muestra de sus trabajos. Este caso es el de II/2247, que contiene apuntes y borradores de trabajo, con cartas sobre sus trabajos, o del II/2244 (1), con borradores sobre la América de inicios del XVI. Hay alguno que fue suyo y luego de Ayala, mencionándose en el catálogo publicado en 1954, como el II/304, sobre pleitos por privilegios concedidos por los Reyes Católicos a Colón y que sin duda manejó65 para ese primer volumen publicado de la Historia del Nuevo Mundo, al igual que el II/1805, que asimismo fue de Ayala, sobre el establecimiento español en Indias en los primeros tiempos colombinos y también sobre otros establecimientos en tierras norteamericanas66. Ayala y Muñoz no sólo se conocieron sino que tuvieron amistad, a buen seguro que se prestaban manuscritos para copiarlos y al final algunos quedaron en manos del otro y viceversa, sin duda Ayala
61José Bernardo de Gálvez y Gallardo (1720-1787), como se sabe, es uno de los ministros del XVIII más relevantes a efectos del gobierno borbónico en Indias. Cuando sube al trono Carlos III, su ministro Grimaldi lo hace su secretario personal. En 1762 es abogado de Cámara del Príncipe Carlos y en 1764, es Alcalde de Casa y Corte. Su ascenso político prosigue y en 1765 es nombrado Visitador del Virreinato de Nueva España y miembro honorario del Consejo de Indias. Partió a las Indias y allí realizó las tareas que se le habían encomendado, principalmente reorganizar la industria y la hacienda del Virreinato, así como fomentar la creación de milicias provinciales.
62 Vid. Manuel Ballesteros Beretta, “Juan Bautista Muñoz: la creación del Archivo de Indias”, en Revista de Indias, nº 4 (1941), pp. 55-95. También Francisco de Solano, “José de Gálvez, fundador del Archivo de Indias”, en Ordenanzas del Archivo General de Indias. Sevilla, 1986, edic. facs., pp. 7-52. El Archivo General de Indias se crea en 1785, con la idea de centralizar en un único depósito la documentación referente a las colonias españolas hasta entonces dispersa en Simancas, Cádiz y Sevilla. El impulsor del proyecto, a instancia real, fue Gálvez, y asumió Juan Bautista Muñoz su implantación. Las primeras remesas de documentos empezaron a llegar ese mismo año.
63 Cfr. II/2849, ff. 225-230.
64 Vid. Justo Pastor Fuster, Biblioteca valenciana de los escritores que florecieron hasta nuestros días: con adiciones y enmiendas á la de D. Vicente Ximeno. Valencia, Ildefonso Mompié, 1830, vol. II, p. 201.
65 Vid. Catálogo de la Colección Juan Bautista Muñoz, vol. I, p. LXII. 66 Ibidem., p. LIX.
ayudó a su amigo a avanzar en sus investigaciones67. También para ese primer tomo publicado de la Historia del Nuevo Mundo debió servirse de la copia de la Tercera parte de las noticias historiales de las conquistas de Tierra Firme... del franciscano Pedro Simón68, cuyo original era de 1625. Otros manuscritos son obras de aliento, de carácter territorial, como los cuatro volúmenes de la Historia de Nueva Granada y Venezuela, del franciscano Pedro de Aguado, los papeles varios relativos a Méjico69, o la copia sacada en 1786 de la Historia de todas las cosas que han acaecido en el Reino de Chile, de Góngora Marmolejo y cuyo original estaba en el Monasterio de Monserrat de Madrid. En este concepto territorial hay algún manuscrito sobre Filipinas, como la Historia de las islas e indios de Bisayas,..., del jesuita Francisco Ignacio Alcina, cuyo original era de 1668 y que copió70. De otro jesuita, Pedro Chirino, hay una Primera parte de la historia de la Prouincia de Philipinas de la Compañía de IHS, en tres volúmenes, que proceden de él71. Del igualmente jesuita Bernabé Cobo trasladó la Fundación de Lima, escrita en 1639 y que copió en Sevilla en 1784, y la primera parte de la Historia del Nuevo Mundo, cuyos dos volúmenes trasladó entre 1789 y 1790 también en Sevilla72. En la ciudad hispalense, en efecto, copió no pocos manuscritos, sirviéndose de buenas bibliotecas privadas que había entonces, como la del conde del Águila73, donde en 1785, sin duda aprovechando ratos en medio de los trabajos de asentamiento del Archivo de Indias, copió alguno, no olvidando también lo más cercano en el tiempo, como unos Viajes a tierras argentinas, chilenas y peruanas74 de 1713 a 1717, cuyo autor era José Cipriano de Herrera y Loizaga. Alguna pieza de esta colección Muñoz es de carácter
67Vid. Ramón María Serrera, “Manuel José de Ayala: un colaborador decisivo en el proyecto historiográfico de Juan Bautista Muñoz”, en Documentación y Archivos de la Colonización Española, vol. 2. Madrid, Ministerio de Cultura, 1980, pp. 253-263.
68 Catálogo..., pp. LIV-LV, en II/2020-2021.
69 Ibidem., p. LVIII. En II/2016-19 la obra de Aguado, en II/1277 lo de Méjico, en Catálogo..., pp. LVLVI.
70 La obra de Góngora Marmolejo, en II/2013, Catálogo..., p. LIX, la de Alcina en II/2014-2015, Catálogo..., p. LVII.
71 Cfr. II/1508-1510. 350 f. ; 143 f. , [2] h. ; 206 f., [4] h. ; 215x155 mm.
72 Cfr. La Fundación de Lima en II/204 y la Historia del Nuevo Mundo en II/202-203.
73Hay un índice de los numerosos manuscritos que tuvo esta rica biblioteca, véase Catálogo de la Colección de Juan Baustista Muñoz, vol. I, p. 492, en RAH, 9/4855, ff. 303-566. Para esta librería, Francisco Aguilar Piñal, "El conde del Águila, insigne bibliófilo sevillano del siglo XVIII", en Temas sevillanos (Primera serie). Segunda edición, revisada y aumentada. Sevilla, Universidad, 1992, pp. 59-65. El mismo, publicó con anterioridad: "Una biblioteca dieciochesca: la sevillana del conde del Águila", en Cuadernos Bibliográficos, nº 37 (1978), pp. 1-22 y "Valencia y los ilustrados valencianos en la biblioteca del conde del Águila", en VV.AA., La Ilustración española. Actas del Coloquio Internacional celebrado en Alicante, 1-4 de octubre de 1985. Alicante, Institución Juan Gil-Albert, 1986, pp. 223-234.
74 Cfr. II/2222, ff. 194-218
etnológico y antropológico, como Fiestas de los indios a el Demonio en días determinados75..., que contiene dibujos sobre la representación de los meses y los nombres que éstos recibían en Méjico.
Pero si en algo se distingue la colección Muñoz de la RB es por tres piezas singulares. La primera en ejecución, del XVI, es la que contiene el texto de la Historia General de Nueva España del franciscano Bernardino de Sahagún76, con anotaciones y firma del propio Sahagún (1499-1590), siendo los seis primeros libros de los doce. Contiene texto en náhuatl y por su excepcionalidad se guarda en la Cámara de Seguridad77. Los títulos de los libros son de mano del fraile y otros escolios también. Otra gran pieza es la obra de Francisco López de Caravantes, Noticia general de las provincias del Pirú, Tierra Firme y Chile, original, cuyo autor, contador de cuentas en la Contaduría Mayor de aquellas tierras78, escribió y dirigió al Consejo de Indias en época de Felipe IV. Son cuatro volúmenes que contenían insertas tres representaciones cartográficas que luego se comentan pues siguen en la RB pero separadas desde antiguo. Se forma con treinta y un “discursos” minuciosos, con una primera parte histórica sobre los descubrimientos y conquistas y una segunda sobre economía, recursos y fiscalidad79. Muñoz se hizo con la obra en una visita a Salamanca en el verano de 1782, procediendo del Colegio Mayor de Cuenca80. Se custodia en la Cámara de Seguridad al igual que el último que comentamos, el conocido como Códice Veitia, llamado así por Mariano Fernández de Echeverría y Veitia, que recopiló la información que lo compone dentro de su proyecto de hacer una Historia general de la Nueva España81. Se titula Modos que tenían los Yndios para celebrar sus fiestas en tiempo de la Gentilidad..., es autógrafo de él, de 1755 según consta, y fue a parar a manos de Muñoz. Veitia formó así
75 Cfr. II/1764, formaba legajo junto al II/2247. Según especialistas, es copia del Codex Magliabecchiano. Catálogo..., pp. III, XII, CLXIII.
76 Es muy numerosa la bibliografía sobre su vida y obra, seleccionamos Miguel León-Portilla, Bernardino de Sahagún, Pionero de la Antropología. México, UNAM/El Colegio Nacional. México, D.F., 1999; Ascensión Hernández de León-Portilla, Bernardino de Sahagún: Diez estudios acerca de su obra. México, D.F., Fondo de Cultura Económica, 1997.
77 Cfr. II/3280, [1] h., 303 f., [1] h., 320x220 mm.
78 Hay alguna aproximaciones a Caravantes, Ronald Escobedo Mansilla, “Francisco López de Caravantes,
tratadista de la Hacienda virreinal peruana”, en Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas, nº 21, (1984) ,
pp. 109-125.
79 Cfr. II/1632-1635: [5] h., 235 f., [2]h ; [2] h., 326 f., [1] h. ; [1] h. IV f., 378 p., [1] h. ; [1] h., 125 f., [2]
h.; 350/295x205/240 mm, Catálogo…, p. LXI.
80 Vid. Antonio Ballesteros Beretta, Catálogo…, p. XXIV.
81 Existen algunas aproximaciones a Veitia, así, Eric Roulet, “Mariano Veitia: une vision nouvelle del'histoire indienne: la revalorisation du passé indigène en Nouvelle-Espagne au XVIIIème siècle », enEstudios de Cultura Nauhtl, nº. 27, (1997), pp. 405-417, y del mismo, "Mariano Veitia, historien duXVIIIème siècle, et le nahuatl" en Amerindia: revue d'ethnolinguistique amérindienne, (1998), nº 23, pp.193-208. Ha publicado este autor el libro L' histoire ancienne du Mexique selon Mariano Veitia (XVIIIesiècle). París, Harmattan, 2000.
el último de los códices de la familia magliabecchiana, con veintidós dibujos de fiestas y costumbres aztecas, conteniendo náhuatl. Se explica el modo de contar entre los aztecas, sus dioses y el templo mayor de la capital indígena, el calendario, etc82. Veitia se sirvió de un manuscrito de 1618 de mano del astrónomo Carlos de Sigüenza y Góngora83, que había sido recogido por Lorenzo Boturini84, de quien Veitia fue amigo y se sentía discípulo.
https://realbiblioteca.es/sites/realbiblioteca/files/2020-11/FondosAmericanistasRB.pdf
