¡Que sí! ¡Que no! Así suena la playa, según Pablo Neruda en su Oda al mar. No puede estar quieto, el padre verde y profundo, dice. Al país dos mares lo sacuden con sonoro eco. En la caracola, se escucha el rugir para añoranza de viajes en la lontananza, pero la gente de mar es exigua.
La única universidad pública tiene organizado el Centro de Estudios del Mar y Acuicultura con una sede experimental en Monterrico, Chiquimulilla, departamento de Santa Rosa. No toda