Navantia se sube a la ola de ventas españolas al Golfo
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- Category: Construcción Naval
- Published on Thursday, 14 November 2024 07:28
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Cortesía de Navantia
Arabia Saudí ha firmado un contrato para la entrega de otras tres corbetas del astillero español Navantia, basadas en el diseño Avante 2200 de la compañía. La última de un lote inicial de cinco corbetas, la HMS Unayzah , será botada en Cádiz en marzo de 2024, uniéndose a las HMS Al Jubail, Al Diriyah, Hail y Jazan. Cuando se firmó el contrato en julio de 2018, estaba valorada en 1.900 millones de dólares.
La entrega de las cinco primeras corbetas dentro de los seis años siguientes a la firma del contrato es un testimonio de la eficiencia del programa, que también incluyó soporte durante el ciclo de vida. 700 tripulantes e ingenieros de mantenimiento para apoyar a las cinco corbetas han sido formados en las instalaciones de Navantia en San Fernando, frente al astillero en la Bahía de Cádiz.
Es probable que las cinco fragatas permanezcan asignadas a la Flota Occidental de la Armada saudí, que tiene la responsabilidad de la zona del Mar Rojo y de hacer frente a los formidables desafíos que plantea la campaña de los hutíes para interceptar la navegación en la zona. En febrero de 2017, la fragata saudí HMS Al Madinah (F702) fue alcanzada por una bomba lanzada por una lancha rápida no tripulada hutí y dos tripulantes murieron.
Al adjudicar los contratos a Navantia, el gobierno saudí quería que el 50% del valor del proyecto se entregara en Arabia Saudí, como parte del objetivo de la Visión Saudí 2030 de localizar el gasto en adquisiciones de defensa. Esto se ha logrado en gran medida colocando las quillas en Cádiz y luego transportando en barcazas los buques inacabados a Jeddah para la integración de los sistemas de combate y el equipamiento.
En Arabia Saudita, el componente de valor interno del 50% fue muy polémico. El Fondo de Inversión Pública controlado por el Príncipe Heredero presionó para obtener esta parte del trabajo para su subsidiaria SAMI, mientras que la experiencia saudita en construcción y montaje de barcos centrada en Yeddah -controlada por empresas privadas y propiedad del Ministerio de Defensa saudita- trató de evitar ser absorbida por SAMI. Navantia ha hecho bien en navegar con éxito a través de estos complejos problemas de política interna saudita, en los que otras empresas de defensa extranjeras han tropezado y fracasado.
Un actor clave en la consecución de este éxito puede haber sido Gonzalo Mateo-Guerrero, que en 2022 fue nombrado director de operaciones de SAMI, a la que para entonces se le había asignado el control general de la parte saudí del trabajo. Anteriormente, Mateo-Guerrero era empleado de Navantia y había supervisado la parte española del programa, estableciendo el proyecto y supervisando la colocación de la quilla en el astillero de Navantia. En su nuevo puesto en SAMI, para el que estuvo destinado en Yeddah durante dos años, Mateo-Guerrero supervisó entonces la finalización y puesta en servicio de las fragatas en Arabia Saudí. Ahora ha regresado a Navantia en España y ha tenido un papel clave en la consecución de la ampliación del contrato.
El éxito del proyecto de Navantia en Arabia Saudí -a expensas de los franceses, que solían dominar el suministro y entrenamiento de buques para la Armada Saudí- también se refleja en el ámbito civil de Arabia Saudí, donde las empresas españolas han sido actores clave en la entrega del sistema de metro de Riad, valorado en 22.500 millones de dólares. Las empresas españolas también están llevando a cabo un importante proyecto de vigilancia y defensa costera que abarca los 3.200 kilómetros de costa de Omán.