Navantía: 300 años de pérdidas ecónómicas

 Las pérdidas de Navantia se pagan con el dinero de los contribuyentes.

 ¿Qué parte de las pérdidas de Navantia corresponden a corrupción y derroche?

 ¿Qué porcentaje de los dirigentes y personal técnico de Navantia son "enchufados"?

 ¿Cómo justificar el sostenimiento político de semejante engendro?

 El vínculo entre Navantía y la Armada Español, según las palabras de un almirante es "indisoluble

¿Un gobierno de izquierdas, o de derechas, debe normalizar las actividades empresariales con 300 de pérdidas? (AEMC)

La historia Navantia y de la Armada Española están íntimamente ligadas-

La historia de Navantia se remonta a 1717, fecha en que el Intendente General de Marina José Patiño ordena la construcción del primer astillero moderno de nuestro país, el Real Arsenal de la Carraca, al que seguirían en 1731 el de Cartagena y en 1750 el de Ferrol. Estos arsenales militares se dedicaron a la construcción y reparación de buques de la Armada Española. Los mismos diques y gradas que ahora dan vida a los buques tecnológicamente más avanzados (fragatas F-100 y F-310 noruegas, submarinos S-80, LHD “Juan Carlos I” y ALHD australianos entre otros) fueron también testigos de hitos históricos como el desarrollo de los grandes navíos de línea del siglo XVIII, de los primeros buques de propulsión mecánica, o del primer submarino de propulsión eléctrica del mundo, el “Isaac Peral”.

En 1908, los astilleros de Cartagena y Ferrol entraron a formar parte de la Sociedad de Construcción Naval (popularmente conocida como “La Naval”) a la que también pertenecían astilleros civiles como los situados en Matagorda y Sestao, que pasarían a integrar Astilleros Españoles (AESA) a fines de los años sesenta del siglo XX. Al término de la Guerra Civil española, el Estado tomó el control de los arsenales militares y creó Bazán en 1947. Ambas compañías se unirían a principios del siglo XXI en la empresa pública IZAR, un proyecto breve pero que marcó el inicio de un nuevo tiempo, el de la fusión de dos largas tradiciones de la industria naval española, la construcción naval militar (representada por la extinta Bazán) y la civil (agrupada en su momento bajo el también desaparecido grupo Astilleros Españoles).

Finalmente, Navantia nace en 2005 como resultado del proceso de escisión de IZAR y teniendo como objetivo fundamental mejorar su eficiencia empresarial.

 

Navantia eleva sus pérdidas a 122 millones pese a elevar un 7% su cifra de negocio

agencias

madrid 13 JUL 2024 6:01

La empresa pública Navantia, perteneciente a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), elevó un 25,7% sus pérdidas en 2023, pasando de unos números rojos de 96,9 millones de euros en 2022 a la cifra negativa de 121,85 millones el pasado año, aunque incrementó un 7% su cifra de negocio consolidado en el ejercicio, hasta los 1.434 millones de euros. La compañía de construcción naval señala que este aumento en sus pérdidas el año pasado se debió, en gran parte, al incremento de los gastos financieros y de los tipos de interés. Además, Navantia cerró el ejercicio con una cartera de pedidos acumulada de 8.214 millones de euros, lo que supone un incremento anual del 11%, tras haber firmado nuevos contratos por importe de 1.746 millones a lo largo del año.

En concreto, el incremento de los ingresos respondió a los progresos en la ejecución de los principales contratos: el programa S80 de submarinos y el de fragatas F110 para la Armada española, el de corbetas Avante 2200 para Arabia Saudí y el negocio de Reparaciones de buques civiles, así como la prestación de servicios para clientes del ámbito de la defensa. Del total de ingresos, 653,4 millones de euros correspondieron a actividades de Construcción Naval y 310,5 millones a Reparaciones. La unidad de Sistemas y Servicios aportó 228 millones de euros y otros 145,2 millones procedieron de Navantia Seanergies, la división de energías verdes e la construcción de elementos para eólica marina e hidrógeno verde.