CASON.- EL COMITÉ DESPEDIDO DE ALÚMINA ALUMINIO RECLAMA INDEMNIZACIONES
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- Published on Saturday, 13 January 2007 00:00
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CASON.- EL COMITÉ DESPEDIDO DE ALÚMINA ALUMINIO RECLAMA INDEMNIZACIONES
Están pendientes de una reunión con el ministro de Trabajo para zanjar el conflicto que generó el «Casón» Autor: M. G. Balseiro Fecha de publicación: 9/12/2007 En la madrugada del próximo miércoles, 12 de diciembre, se cumplen veinte años del episodio que hizo que temblaran los cimientos de A Mariña. La llegada de los bidones tóxicos del buque con bandera panameña Casón , a las puertas mismas de la factoría de Alúmina- Aluminio (entonces de Inespal), después de atravesar media Galicia, sigue generando aún hoy múltiples preguntas sin respuesta sobre la carga, las razones por las que el convoy realizó aquél extraño viaje y porqué se dio portazo al asunto en un macrojuicio celebrado en Lugo que sentó cátedra porque supuso el despido, por primera vez en Europa, de un comité de empresa al completo. Hoy, veinte años después, los 23 despedidos de Alúmina (22 ahora, porque uno de ellos José Luis Barreira falleció hace algunos años), no han tirado la toalla, y siguen peleando ante el Gobierno central en busca de una fórmula que subsane «el daño que nos hicieron, porque los políticos que saben lo que ocurrió de verdad en Alúmina-Aluminio cada vez están mejor situados, y a nosotros nos cargaron con la culpa», señala Juan Andrés Pérez Vila, secretario del comité de empresa despedido. Pérez Vila explica que su pelea continúa, y que están pendientes de una reunión en el titular del Ministerio de Trabajo «a ver si se puede zanjar alguna vez el conflicto; paliar el mal que pasamos y el daño que supuso para los 23 trabajadores perder nuestro puesto de trabajo e indemnizarnos con una cantidad que nos ayude en la jubilación». No será la primera entrevista con el mismo fin, pero hasta ahora los encuentros han sido infructuosos. «Siempre nos dan la razón en todas las reuniones a las que hemos ido a Madrid, pero si no nos lo hacen por escrito no sirve de nada». Preguntas sin respuesta «Las 23 familias del comité despedido nos seguimos preguntando dónde están los verdaderos culpables de la situación creada en Alúmina-Aluminio con los bidones del Casón », señala Pérez Vila. Recuerda aquellos días y los hechos que lo precedieron, desde el 5 de diciembre, cuando embarranca el buque panameño en
la Costa da Morte. «Hasta el día 12, entre otras muchas cosas, vemos cómo escapan en estampida las poblaciones de Finisterre, Corcubión y Cee, y observamos las continuas discrepancias y falta de sentido común entre todas las autoridades y responsables políticos», señala el entonces secretario del comité aluminero, que recuerda como desde A Mariña, al igual que desde el resto de Galicia, se siguió la tragedia a través de las televisiones. Nada hacía presagiar lo que pasó después. «Vemos que cargan casi todos los bidones en el muelle de la fábrica de carburos de Cee con destino a Holanda, y para rematar, el gobernador civil de A Coruña sale en la televisión gallega haciendo un llamamiento a esas poblaciones diciendo que vengan para sus casas que los bidones más peligrosos van en la provincia de Lugo. ¿Por qué no se cargaron los bidones en Cee y se termina todo el pánico vivido hasta ese momento? Pues no, los políticos hacen el problema más grande y nos llevan el muerto a Alúmina-Aluminio. ¿Cómo íbamos a reaccionar después de lo visto cuando llegan los bidones a la factoría?», señala. Pérez Vila lamenta que «a todos los responsables políticos de esta película de terror no les pasa absolutamente nada». El parón de las cubas El sindicalista explica que cuando los bidones llegan a las puertas de la factoría, «el primero que prohíbe que entren en la fábrica es el director, Moñita, que da órdenes a través de mandos intermedios para que atranquen las puertas principales con bolsas de colada de aluminio de considerable peso y otras máquinas voluminosas. Después llamó al comité de empresa y se acordó un plan de evacuación para que cuando se cargaran los bidones el personal abandonara la fábrica». ¿Por qué la empresa rompe el acuerdo? «Rompe el acuerdo y retrasa la carga pidiendo al personal que vuelva a entrar y este se niega a hacerlo hasta que se carguen los bidones y alejen el buque Galerno a 14 millas, así estaba reflejado en el plan», señala Pérez Vila. «El barco lo fondean durante 21 horas más hasta el día 15, que era el tiempo que necesitaban los mandos intermedios y jefes para parar las cubas de electrolisis, y cuando entró el personal en la fábrica se encontraron que todo estaba con candados y faltaban aparatos electrónicos de los cuadros para que no se pudiera arrancar de nuevo», dice. Y pregunta «por qué con todas estas irregularidades no les pasa nada a todos los mandos y jefes de la fábrica». Pérez Vila asegura que el comité despedido de Alúmina-Aluminio lo que hizo, en los tres años que llevaba de mandato, aparte de defender a los trabajadores fue denunciar irregularidades, entre otras, votando en contra en el consejo de administración de la época de la aprobación de 10.000 millones de pesetas para reparar el puerto de Alúmina, que se había entregado la obra el año anterior y que había costado 3.500 millones. Los diez mil millones no se emplearon en el puerto, ¿a dónde fueron a parar?». Y concluye: «Ni el delegado de Trabajo, ni el gobernador de Lugo y otras autoridades estuvieron a la altura de las circunstancias, y dejaron parar la fábrica».