PLANTA DE BIODIÉSEL EN EL MUSEL

   RAIMUNDO ABANDO TARTIÈRE/EXPERTO PORTUARIO Y EMPRESARIO     CON unas restricciones muy grandes en cuanto a emisiones a la atmósfera como consecuencia del Protocolo de Kyoto, un precio del petróleo que ya a superado los 78 dólares el barril y un país como el nuestro donde el petróleo y sus derivados son la mayor fuente energética y cuando tenemos que importar cerca del 70% de nuestros consumos, todo lo que sean energías renovables y alternativas están de plena actualidad.
Dentro de estas energías alternativas, los biocombustibles cada día serán más importantes, puesto que tienen un gran futuro por delante. Hay que tener en cuenta que en España el empleo de biocombustibles es de menos del 1% del consumo total de carburantes, y la normativa europea exige que en el año 2010 sea al menos del 5,75%.

Los biocombustibles son dos: el bioetanol, producido sobre todo a través de cereales, como trigo, maíz o cebada, y donde la empresa española Abengoa es líder a escala mundial, y el biodiésel, derivado sobre todo de la soja, aunque también puede hacerse con aceite de palma, colza o girasol.

Como la tecnología es más fácil y el proceso productivo mucho menos costoso, lo que van a empezar a proliferar en España en los próximos años serán las plantas de biodiésel. El aceite se importará, puesto que es mucho más barato producirlo en las grandes extractoras de Suramérica, para luego en las plantas españolas mezclarlo con metanol o etanol para producir el biodiésel.

Como consecuencia de todo lo anterior, todas las Autoridades Portuarias de España tienen encima de sus mesas proyectos para construir plantas de biodiésel y por supuesto la de Gijón también. Según información de la propia Autoridad Portuaria de Gijón, hay siete empresas que compiten para hacer una instalación de este tipo en el puerto de El Musel. En este momento están bajo el obligado trámite de competencia y ya ha dicho la Autoridad Portuaria que no se tomará la decisión de a quién se adjudicará la concesión para la construcción de la planta hasta setiembre.

Pero, miren ustedes por dónde, el Gobierno del Principado de Asturias, a través de la Sociedad Regional de Promoción, ya está tomando partido por una de esas siete empresas, al anunciar una inversión de 3,9 millones de euros en el proyecto de Duro y la consultoría Corporación Marítima.(Rafael Lobeto)

En mi opinión, que la Sociedad de Promoción Regional tome esta decisión en pleno proceso de competencia es bastante sospechoso, pues de alguna forma está ya forzando a la Autoridad Portuaria de Gijón (donde hay que recordar que el Principado de Asturias tiene la mayoría en el Consejo) a que decida dárselo al proyecto de Corporación Marítima.

Y llegado a este punto hay que preguntarse, ¿será tal vez porque uno de los socios de Corporación Marítima es un conocido socialista que fue un alto cargo de la Administración española en la época del Gobierno de Felipe González?

No quiero pensar que sea sólo por esto, pues sería inadmisible y gravísimo. Pero lo mejor que hubiera podido hacer la Sociedad de Promoción Regional es aplazar su decisión de inversión en un proyecto de este tipo hasta que la Autoridad Portuaria de Gijón eligiese libremente y sin coacciones la mejor propuesta. Pues, ¿podrían ustedes imaginarse que no se lo adjudicasen? ¿Qué pasaría con la inversión ya decidida?

En estos momentos, y dados los acontecimientos, si una de las propuestas ganadoras fuera la de Corporación Marítima, las sospechas estarían en todo lo alto, y nadie se podría creer que el proceso fue limpio. La decisión estaría manchada por la duda.

Y si a esto añadimos que hace meses que dicho ex alto cargo va diciendo por Madrid que el proyecto lo tiene asegurado, pues el Gobierno del Principado de Asturias así se lo dijo, el tema, además de gravísimo, podría llegar a tener otros calificativos.