El registro de Panamá continúa liderando la flota Mundial.

AEMC 

17 de enero de 2023

                                                                                          

A finales de Diciembre de 2022 , el Registro de Panamá representaba el 16% de la flota mundial con un total de 8650 buques.

Que una bandera con un largo historial de irregularidades, siniestros y hechos delictivos sea el registro con mayor número de buques no hace más que constatar la falta de compromiso de la mayor de los navieros, a nivel internacional, con la Seguridad Marítima. 

Actualmente la mayor parte de la flota mundial de buques de comercio está registrada bajo pabellones que no cumplen con las normas de Seguridad de la Vida Humana en la Mar. 

Esta situación, conocida y consentida por los gobiernos y los organismos supranacionales como OMI, OIT, EMSA, etc. que deberían velar por la Seguridad Marítima y la defensa del medioambiente marino, se traduce en decenas de accidentes, lesiones y perdidas de vida. 

En otros tiempos, eran las vírgenes y los santos, patronas y patronos las que tenían que proteger a los marinos, mientras que, los de siempre, se encargaban de sobrecargar los barcos y autorizar su salida a la mar en condiciones de alto riesgo. Los registros de accidentes de aquellos siglos ahí están para confirmarlo. Actualmente, ocurre algo similar, pero amparado por un cinismo mas refinado.

Las soflamas y las declaraciones mediáticas realizadas algunos líderes marítimos, chocan frontalmente con la la triste realidad en la que se encuentra la flota mundial, en la que los abusos y la burla de las normas de seguridad es lo habitual. Es el capitalismo salvaje, en versión naviera, es el que impone sus normas, mientras que los organismos marítimos internacionales se dedican a hacer que hacen y a producir literatura que pasa a rellenar los estantes de Oficinas, despachos, y bibliotecas marítimas, pero que tienen escasa trascendencia a flote. 

Si se aplicasen las normas vigentes un un mínimo rigor una parte significativa de la flota civil tendría que amarrar.

Es lamentable que sean los ciudadanos de a pie quienes tengan que abordar las crisis económicas provocadas periódicamente, mientras que los navieros se enriquecen brutalmente en base a un régimen fiscal privilegiado.

La vida en la mar es cada día más dura y arriesgada, pero los marinos civiles además de víctimas sin escapatoria, son de los peor pagados del sector marítimo.

Esta situación debería revertir, aunque difícil será mientras  que navieros y sus secuaces puedan gozar de privilegios como los que ofrecen la bandera de Panamá y otras organizaciones publicas y privadas que sostienen, alimentan y degradan la Marina Civil son com