“Menorca se convierte en la tercera base naval de la flota de la OTAN en España”. El diario El País publicó el viernes 29 de marzo esta noticia, que de inmediato provocó cierta polémica en la isla hasta el punto de que el Ministerio de Defensa trató de rebajar la presencia de buques de la OTAN en Menorca a “escalas puntuales.
La noticia de El País precisaba que el Gobierno español ofreció en abril de 2023 a la OTAN que Mahón fuera considerado “puerto con autorización diplomática permanente”, para que allí pudieran fondear los buques de los países aliados que participan en la operación ‘Sea Guardian’.
Puerto “de logística avanzada”
El Cuartel General Marítimo de la OTAN dirige esta operación, que consiste en despliegues periódicos de buques de superficie y submarinos por el mar Mediterráneo, con tres cometidos de seguridad marítima: la contribución al mantenimiento del conocimiento del entorno marítimo, la lucha contra el terrorismo y el apoyo a actividades de construcción de capacidades en el ámbito marítimo.
Puede cubrir otras misiones como mantener la libertad de navegación, realizar funciones de interdicción marítima, luchar contra la proliferación de armas de destrucción masiva y proteger infraestructuras críticas.
La Estación Naval de Mahón se ha convertido en la tercera base naval española que presta apoyo logístico a los buques de la OTAN que despliegan en la operación ‘Sea Guardian’, junto con Cartagena y Rota. Las tres son “lugares de logística avanzada” (Forward Logistics Sites) esta operación naval.
Más ágil y sin retrasos
¿Qué implicaciones tiene que Mahón pase a ser “puerto con autorización diplomática permanente” para la OTAN?
Confidencial Digital ha consultado sobre este asunto con altos mandos militares, algunos con experiencia en las estructuras de mando de la Armada.
Estos altos mandos explican que el cambio de categoría del puerto de Mahón ante la OTAN es un asunto principalmente diplomático, más que militar, si bien tiene repercusiones en la operativa de los buques.
Cualquier buque militar extranjero, aunque sea de un país de la OTAN, debe solicitar autorización previa para atracar en un puerto español.