El desarrollo de los tráficos en el primer puerto europeo, Rotterdam (Países Bajos), ha variado poco en el tercer trimestre del año. Sólo lo ha hecho para empeorar ligeramente su cifra global, que con 328,6 millones de toneladas está el 0,4% por debajo de la que registraba hace un año. A mediados de ejercicio, esa brecha estaba en el 0,3%. Pese a que la dársena continua notando un incremento en el tráfico de contenedores, cosa que atribuye a una reactivación del consumo y al adelanto de stocks, sufre la atonía en la demanda de materias energéticas a lo largo del continente. Según lo ha señalado su consejero delegado, Boudewijn Siemons, “es una muestra de que la industria europea todavía permanece en una posición competitiva débil, a resultas de los altos costes de la energía”. En este sentido, el máximo representante de la autoridad portuaria ha pronosticado “pocos cambios en lo que queda de año”, y ha señalado que el recinto seguirá gestionando “los retos de envergadura” que la situación geopolítica internacional plantea a las cadenas de suministro.

10,4 millones de teus

El puerto de Rotterdam ha movido 10,4 millones de teus, el 2,2% más que en 2023

Los graneles sólidos que mueve la rada neerlandesa se ven muy directamente afectados por las dinámicas de la industria energética europea, y la transición hacia combustibles renovables. La partida alcanza los 52,2 millones de toneladas, el 0,9% menos que en 2023. El incremento del 11% de su principal producto, la chatarra de hierro (22,3 millones de toneladas) se equilibra a la baja por el descenso de carbón (13,3 millones de toneladas), que es del 26,6% en lo que va de año. Fuentes de Rotterdam constatan que “las centrales eléctricas impulsadas con carbón están perdiendo terreno como generadoras de energía en el continente”. El sector agroalimentario crece el 2%, con 7,5 millones de toneladas, pero no es suficiente para llevar al segmento entero a los números verdes.

En la misma dirección se han movido los graneles líquidos, que se contraen el 1,7%. Aquí tiene un papel preponderante el crudo de petróleo, que con 74 millones de toneladas movidas ha retrocedido el 3,6% respecto a 2023. Es una disminución que Rotterdam asocia “a la parada de mantenimiento no programada de una refinería en Alemania”, por un lado, “y a los bajos rendimientos” que estarían obteniendo este tipo de industrias. También retrocede el Gas Natural Licuado (-3,3%), que ha movido 8,4 millones de toneladas. Según la autoridad portuaria, “las reservas de gas son altas en Europa”, y “los precios de esta energía son algo más altos en Asia, por lo que muchos tanqueros ‘spot’ se dirigen más frecuentemente a ese continente”. Por contra, los derivados del petróleo sí han incrementado su movimiento en Rotterdam, el 4%, alcanzando los 42,4 millones de toneladas.

El avance de stocks por la crisis del Mar Rojo contribuye al incremento de la carga contenerizada

En cambio, el tráfico contenerizado vive la combinación de dos dinámicas que lo empujan al crecimiento. La dársena ha movido 10,4 millones de teus hasta septiembre, el 2,2% más que hace un año. Por un lado, la autoridad portuaria cita el incremento del consumo en Europa “tras un periodo de atonía” el año pasado. Por el otro, identifica una dinámica de incremento de stocks por parte de los cargadores que importan al continente, directamente ligada a la incertidumbre que emana de la crisis del Mar Rojo y sus consecuencias en el transporte internacional. Esta situación ha motivado “picos de demanda” durante el verano, un escenario que no es habitual en otros periodos. Como consecuencia de la ralentización industrial, las exportaciones “se están quedando por detrás” de la exportación, señalan fuentes del recinto. La rada ha movido 5,4 millones de teus de entrada, mientras que las exportaciones han quedado en 4,9 millones durante estos nueve meses.