La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 es un "paso en la dirección equivocada" para el comercio internacional, ya que los importadores temen otro aumento en las tarifas de flete de contenedores marítimos, según la plataforma de inteligencia de mercado y evaluación comparativa de tarifas de flete marítimo y aéreo Xeneta.

 

Trump ha prometido aranceles generales de hasta el 20% a todas las importaciones a Estados Unidos y aranceles adicionales del 60% al 100% a los productos procedentes de China. La propuesta llega en un momento en que la industria mundial del transporte de contenedores ya se ve afectada negativamente por las tensiones geopolíticas en curso.

Los datos de Xeneta, con sede en Noruega, muestran que la última vez que Trump aumentó los aranceles a las importaciones chinas durante la guerra comercial de 2018, las tarifas de flete de contenedores marítimos aumentaron más del 70%.

“El transporte marítimo es una industria global que se alimenta del comercio internacional, por lo que otra presidencia de Trump es un paso en la dirección equivocada”, enfatizó Peter Sand , analista jefe de Xeneta.

“La reacción instintiva de los transportistas estadounidenses será adelantar las importaciones antes de que Trump pueda imponer sus nuevos aranceles. En 2018, el arancel a las importaciones chinas era del 25%, ahora está aumentando hasta el 100%, por lo que el incentivo para adelantar las importaciones es aún mayor”.

Recientemente, Trump afirmó que los aranceles a las importaciones que propone no se traducirán en un aumento de los precios para los consumidores. Sin embargo, un nuevo estudio publicado por la Federación Nacional de Minoristas de Estados Unidos (NRF, por sus siglas en inglés) concluyó que los consumidores estadounidenses podrían perder entre 46.000 y 78.000 millones de dólares en poder adquisitivo cada año si se aplican nuevos aranceles a las importaciones de Estados Unidos.

“Si se dispone de espacio de almacenamiento y de mercancías para enviar, la forma más sencilla de gestionar este riesgo a corto plazo es anticipar las importaciones, pero esto traerá sus propios problemas. Un aumento repentino de la demanda en las principales rutas comerciales hacia Estados Unidos cuando las cadenas de suministro oceánico ya están bajo presión debido a las perturbaciones en el Mar Rojo ejercerá una presión al alza sobre las tarifas de los fletes”, añadió Sand.

“Vimos el impacto negativo de los aranceles durante el primer mandato de Trump en 2018, cuando las tarifas de transporte marítimo de contenedores aumentaron un 70 %. Los transportistas temen que esta vez se repita lo mismo”.

“A largo plazo, otra presidencia de Trump reavivaría la guerra comercial con China y provocaría represalias. En 2018, vimos cómo China respondió a la agresión estadounidense imponiendo sus propios aranceles, lo que echó aún más leña al fuego, por lo que existe el riesgo de que esta situación se agrave aún más en los próximos meses y años”.

Las tarifas spot promedio desde el Lejano Oriente a la Costa Oeste y la Costa Este de EE. UU. se han mantenido relativamente estables en las semanas previas a las elecciones estadounidenses, con una caída del -3,5% y del -2,5% respectivamente desde el 15 de octubre. Sin embargo, las tarifas spot promedio actuales de USD 5.210 por FEU (contenedor de 40 pies) hacia la Costa Oeste de EE. UU. y USD 5.820 por FEU hacia la Costa Este de EE. UU. son un 167% y un 134% más altas que hace 12 meses, principalmente debido al impacto continuo del conflicto en el Mar Rojo.

“2024 ha sido un año brutal para los transportistas estadounidenses, que ya han sufrido enormes trastornos debido a la crisis del Mar Rojo y al aumento vertiginoso de los precios de los fletes. También existe la amenaza inminente de nuevas huelgas en los puertos de la costa este y la costa del Golfo de Estados Unidos en enero del próximo año”.

“Los importadores y exportadores estadounidenses no verán con buenos ojos una nueva presidencia de Trump, pero necesitaban un resultado rápido y claro en las elecciones. La incertidumbre es tóxica para las cadenas de suministro, por lo que al menos ahora la industria tiene una comprensión más clara del riesgo financiero y operativo y puede ejecutar los planes que habrá preparado en caso de otra presidencia de Trump”, concluyó Sand.

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